Entonces Yahveh dijo a Jeremías: Ve y compras un jarro de cerámica; tomas contigo a algunos ancianos del pueblo y algunos sacerdotes, sales al valle de Ben Hinnom, a la entrada de la puerta de las Tejoletas, y pregonas allí las palabras que voy a decirte. Dirás: Oíd la palabra de Yahveh, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: «He aquí que yo traigo sobre este lugar una desgracia, que a todo el que la oyere le zumbarán los oídos. Porque me han dejado, han hecho extraño este lugar y han incensado en él a otros dioses que ni ellos ni sus padres conocían. Los reyes de Judá han llenado este lugar de sangre de inocentes, y han construido los altos de Baal para quemar a sus hijos en el fuego, en holocausto a Baal, - lo que no les mandé ni les dije ni me pasó por las mientes -. Por tanto, he aquí que vienen días - oráculo de Yahveh - en que no se hablará más de Tofet ni del valle de Ben Hinnom, sino del "Valle de la Matanza".
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
¡Aleluya! ¡Alaba a Yahveh, alma mía! A Yahveh, mientras viva, he de alabar, mientras exista salmodiaré para mi Dios. No pongáis vuestra confianza en príncipes, en un hijo de hombre, que no puede salvar; su soplo exhala, a su barro retorna, y en ese día sus proyectos fenecen. Feliz aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yahveh su Dios, que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay; que guarda por siempre lealtad,
«También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.» Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.» Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.
Palabra del Señor. Gloria a Ti Señor Jesús.
Jueves de la I semana del Salterio
REDENTORISTAS: San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia, fundador.
MISIONERAS DE MARÍA CORREDENTORA: San Alfonso María de Ligorio, patrono
Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús. Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte. Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne, a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
Bet. ¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu palabra. De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus mandamientos. Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra ti. Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos. Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza.
«Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
Palabra del Señor. Gloria a Ti Señor Jesús.
Jueves de la I semana del Salterio