AGENDA LITÚRGICA
2025-07-05
PRIMERA :SABADO DE LA XIII SEMANA TIEMPO ORDINARIO San Antonio María Zaccaría, presbítero
MEMORIA LIBRE
AÑO IMPAR CICLO C TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA: Gn 27,1-5.15-29



Como hubiese envejecido Isaac, y no viese ya por tener debilitados sus ojos, llamó a Esaú, su hijo mayor: ¡Hijo mío!» El cual le respondió: «Aquí estoy.» «Mira, dijo, me he hecho viejo e ignoro el día de mi muerte. Así pues, toma tus saetas, tu aljaba y tu arco, sal al campo y me cazas alguna pieza. Luego me haces un guiso suculento, como a mí me gusta, y me lo traes para que lo coma, a fin de que mi alma te bendiga antes que me muera.» - Ahora bien, Rebeca estaba escuchando la conversación de Isaac con su hijo Esaú. - Esaú se fue al campo a cazar alguna pieza para el padre, Después tomó Rebeca ropas de Esaú, su hijo mayor, las más preciosas que tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo pequeño. Luego, con las pieles de los cabritos le cubrió las manos y la parte lampiña del cuello, y puso el guiso y el pan que había hecho en las manos de su hijo Jacob. Este entró a donde su padre, y dijo: «¡Padre!» El respondió: «Aquí estoy; ¿quién eres, hijo?» Jacob dijo a su padre: «Soy tu primogénito Esaú. He hecho como dijiste, Anda, levántate, siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma.» Dice Isaac a su hijo: «¡Qué listo has andado en hallarla, hijo!» - Respondió: «Sí; es que Yahveh, tu Dios, me la puso delante.» Dice Isaac a Jacob: «Acércate, que te palpe, hijo, a ver si realmente eres o no mi hijo Esaú.» Acercóse Jacob a su padre Isaac, el cual le palpó y dijo: «La voz es la de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú.» Y no le reconoció, porque sus manos estaban velludas, como las de su hermano Esaú. Y se dispuso a bendecirle. Dijo, pues: «¿Eres tú realmente mi hijo Esaú?» Respondió: «El mismo.» Dijo entonces: «acércamelo, que coma de la caza, hijo, para que te bendiga mi alma.» Acercóle, y comió; le trajo también vino, y bebió. Dícele su padre Isaac: «Acércate y bésame, hijo.» El se acercó y le besó, y al aspirar Isaac el aroma de sus ropas, le bendijo diciendo: «Mira, el aroma de mi hijo como el aroma de un campo, que ha bendecido Yahveh. ¡Pues que Dios te dé el rocío del cielo y la grosura de la tierra, mucho trigo y mosto! Sírvante pueblos, adórente naciones, sé señor de tus hermanos y adórente los hijos de tu madre. ¡Quien te maldijere, maldito sea, y quien te bendijere, sea bendito!»

Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

SALMO : Sal 135,1-6



¡Aleluya! Alabad el nombre de Yahveh, alabad, servidores de Yahveh, que servís en la Casa de Yahveh, en los atrios de la Casa del Dios nuestro. Alabad a Yahveh, porque es bueno Yahveh, salmodiad a su nombre, que es amable. Pues Yahveh se ha elegido a Jacob, a Israel, como su propiedad. Bien sé yo que es grande Yahveh, nuestro Señor más que todos los dioses. Todo cuanto agrada a Yahveh, lo hace en el cielo y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.

EVANGELIO : Mt 9,14-17



Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan.»

Palabra del Señor. Gloria a Ti Señor Jesús.

REFERENCIA (Lecc. II Pag 526)

Sabado de la I semana del Salterio

SANTORAL

CAPUCHINAS “MADRE RUBATTO”:
Fundación ecuatoriana de la congregación (2003).

Fuentes: Biblia de Jerusalen, Agenda litúrgica de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE)