San Juan Bautista de la Salle, el santo que revolucionó la enseñanza con fe y vocación

San Juan Bautista de La Salle, un hombre que consagró su existencia a la transformación de la enseñanza, guiado por la fe, la justicia social y el deseo de brindar educación a quienes más lo necesitaban. Por ello, es reconocido como el patrono universal de los educadores, su legado ha impulsado una educación accesible y humana.

Nació en Remis, Francia en 1651, dejó atrás su vida de privilegios para formar y acompañar a maestros comprometidos con la educación de los más pobres. Su padre se llamaba Luis de La Salle y su madre Nicolasa Moët. Fue el mayor de 11 hermanos, entró a estudiar en el Seminario de San Sulpicio en París y en 1669 comenzó los estudios de Teología, pero el fallecimiento de sus padres le obliga a regresar a Reims, para cuidar de sus hermanos menores y administrar los bienes familiares, durante 4 años. Pasado este tiempo regresa a sus estudios, termina Teología y es ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678, encargándose de una canonjía (asesor jurídico del cabildo catedral y debe estar graduado en derecho canónico) en la Catedral de Reims.

En 1679 conoce a Adrián Nyel, quién también tenía la idea de crear escuelas gratuitas para los niños pobres. Este encuentro fue providencial para Juan Bautista y a través de él comenzó a tomar contacto con el mundo escolar. Abandonó su casa, dándosela como albergue para un grupo de chicos pobres y su canonjía y se fue a vivir con otros maestros que compartían este mismo ideal.

Años más tarde, crea centros para la formación de maestros, origen de lo que serían más tarde las escuelas normales, escuelas técnicas, escuelas de artes y oficios, centros para la reinserción de delincuentes, escuelas secundarias de idiomas modernos y cursos dominicales para jóvenes. En definitiva, una verdadera “revolución educativa”. Sumado a esto, introduce métodos didácticos novedosos, como la enseñanza en lengua materna, el trabajo cooperativo y la instrucción simultánea en lugar de individual. Promovió la formación de docentes no sacerdotes en la época donde, la educación estaba reservada exclusivamente al clero.

Fundó el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, cuya misión se ha expandido a más de 80 países, llevando el carisma lasallista a miles de instituciones. En Ecuador, este legado está presente en varias unidades educativas La Salle, ubicadas en Quito, Latacunga, Guayaquil, Riobamba y Cayambe, entre otras ciudades. En estos espacios tanto niños, niñas y jóvenes se forman integralmente bajo los principios de la fe, fraternidad y servicio. Juan fue canonizado en 1900 y declarado patrono de todos los educadores cristianos por el Papa Pío XII en 1950.

En la actualidad, continúa siendo un referente para quienes entienden la educación como un acto de amor y transformación social. Por ello, su mensaje sigue vigente en educar no solo enseñando con conocimientos sino formar seres humanos comprometidos con la justicia, solidaridad y el bien común.

Nardy Ruíz

Voluntaria Comunicación Digital Radio María Ecuador

  

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